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jueves, 24 de abril de 2014

3. Angela

-¿Mamá? Se está cortando. ¿Mamá?
-Que no, que no se corta.
-Te va a salir carísima la llamada.
-Eso me da igual, quiero "estar" contigo hasta que llegues a casa.
-No tendrías que quedarte en Los Ángeles si Meryl no...
-Esto no es culpa de Meryl.
La maleta de Angela se atascó en la puerta de salida del aeropuerto. Tiró de la maleta y se le cayó el móvil al suelo. Lo cogió de nuevo.
-¿Qué ha sido eso?
-Nada, se me ha caído el móvil. Mamá, tengo que colgar.
-Que no, que...
Click.
Colgó.

El coche la estaba esperando. Esperaba algo más glamuroso, la verdad. No era rica pero ya que su hermana ganaba una pasta, esperaba poder tener un coche que no fuera básicamente un taxi. Le enseñó al conductor el carnet que certificaba quién era y se sentó en el coche. Miró por la ventanilla parte del viaje y después revisó los mensajes en el móvil. Su madre quería saber por qué le había colgado. "Porque necesitaba la mano libre", contestó. Al rato, se encontraba enfrente del portal de su casa. Sacó la maleta del maletero del coche con ayuda del conductor y llamó al timbre. Su padre abrió la puerta y la abrazó.
-¿Qué tal el viaje?
-Genial. En el avión no tenía que hablar con mamá.
-Bueno, déjala. Sube a instalarte y luego nos vemos para la comida.
-Vale.

En su habitación y tumbada en la cama, de nuevo. Otro verano había pasado y estaba de vuelta en Barcelona. Ya no sabía dónde vivía. Cada fiestas, cada vacaciones, cogía un avión con destino Los Ángeles. Allí tenía a sus amigos, pero en España, tenía a María, su mejor amiga. Pensó en llamarla, pero como no le cogió el teléfono, decidió mandarle un WhatsApp para avisarla de que pasaría por su casa después de comer.

A las doce, bajó a comer. Tenía un desorden con las horas de comer...
Después de contarle todo (o casi) sobre las últimas semanas sin él en Los Ángeles (su padre se fue un mes y medio antes a Barcelona), se cambió de ropa y fue a ver a María. Bajó la calle que lleva hasta su casa y llamó al timbre. Esperó, miró sus Vans negras y volvió a llamar. No había nadie. Miró la conversación con María en el móvil y no vio ningún mensaje nuevo así que volvió a su casa.

Se miró al espejo y se peinó. Se maquilló y se echó unas gotas de su perfume favorito Amor, amor y encendió la radio. Odiaba la canción que estaba sonando, ¿iba a salir algo bien ese día? Entonces encendió su portátil y se metió al correo electrónico. "¿Y esto?", pensó al ver que había un correo de sus amigos de Los Ángeles.

Hi sweetie!

How are you? Abie, Caly and I have been at the beach! Weather here it's getting cold... I think cold's comming! Well, write us EVERYDAY, Ok? 

Kisses and hugs from LA ;)

EVELYNE♥

(¡Hola, sweetie!
¿Qué tal estás? ¡Abie, Caly y yo hemos estado en la playa! El tiempo aquí se está enfriando... ¡Creo que el frío está llegando! Bueno, escríbenos TODOS LOS DÍAS, ¿vale?
Besos y abrazos desde LA ;)
EVELYNE♥)

Le acababan de sacar una sonrisa. Sus amigas, contándole cualquier cosa (aunque fuera un simple día de playa), podían hacerle sonreír. Las quería mucho, mucho, mucho. Así que pensó en escribirles... en cuanto tuviera algo interesante que contar...

Como María no le respondió en toda la tarde, cogió "The Fault In Our Stars" (el libro que estaba leyendo) y se tumbó en la cama a leer.

Continuará...

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